Cuidar de tu salud mental es tan importante como cuidar de tu salud física. Pero en el ajetreado mundo moderno, a menudo descuidamos hacer tiempo para nosotros mismos en favor de trabajar en exceso o comprometernos con demasiadas obligaciones a la vez.
El autocuidado implica priorizar tus necesidades, participar en hobbies y actividades que te hacen feliz, y tener el coraje de establecer límites, incluso cuando resulta difícil. Aquí te mostramos cómo priorizar tu salud mental al introducir más autocuidado en tu vida.
Haz lo que amas.
Ya sea acurrucarte con un buen libro, jugar una partida de solitario o corazones, o ver tu programa favorito en Netflix, hacer tiempo para hacer lo que amas es fundamental.
Cuando dedicamos demasiado tiempo al trabajo o a hacer recados, no permitimos que nuestro sistema nervioso se relaje, lo que resulta en inflamación crónica y estrés.
Asegúrate de no comprometerte demasiado con demasiados eventos y, en su lugar, reserva tiempo para hacer las cosas que disfrutas. Incluso comprometerte a dedicar 10 minutos por la mañana o por la noche para ti puede marcar una gran diferencia.
Di que no
A veces, uno de los mayores culpables del estrés es comprometernos demasiado con planes. Y cuando las personas que amamos o respetamos nos piden que asistamos a eventos con ellos o hagamos recados para ellos, puede ser muy difícil decir que no, especialmente cuando no quieres defraudar a nadie.
El problema es que estos sentimientos de culpa y vergüenza al decir que no pueden convertirnos en personas que les resulta difícil establecer y mantener límites.
Pero establecer límites es imprescindible cuando se trata de proteger tu salud mental. Si bien no debes decir “no” a todo desde el principio, elegir cómo pasas tu tiempo te ayuda a evitar el agotamiento.
Contrario a lo que puedas creer, también puede mejorar tus relaciones con otras personas. Cuando pasas tiempo con las personas porque quieres, en lugar de sentirte obligado/a, te lo pasarás mejor y no te sentirás resentido/a hacia ellas.
Prioriza el sueño
Existe una relación circular entre el sueño y la salud mental. No solo el deterioro de la salud mental puede empeorar los problemas de sueño, sino que una falta constante de sueño suficiente también puede causar problemas de salud mental.
Los adultos deben dormir entre 7 y 9 horas por noche, por lo que si constantemente duermes menos, tienes un mayor riesgo de sufrir depresión, ansiedad y otras dificultades de salud mental.
Con esto en mente, priorizar el sueño es fundamental. Evita la cafeína después del mediodía y crea una rutina nocturna que permita que tu cuerpo se relaje antes de ir a dormir. Pronto verás una mejora en tu bienestar general.
Enfócate en lo positivo
Si bien se debe evitar la toxicidad de la positividad, no hay nada de malo en tratar de encontrar el lado positivo de las situaciones para mantener la perspectiva.
Practicar la gratitud es una excelente manera de fomentar una mentalidad más positiva. Mantén una lista nocturna o semanal de todo por lo que estás agradecido/a y léela regularmente para mantener tu ánimo en alto.
Al implementar estos consejos como parte de tu rutina diaria, puedes establecer medidas preventivas que apoyen tu salud mental, incluso en tiempos de crisis.
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