La piel es un reflejo directo de lo que sucede dentro del cuerpo. Más allá de cremas o rutinas cosméticas, una alimentación equilibrada juega un papel clave en la textura, el tono y la luz natural del rostro.
La piel es un reflejo directo de lo que sucede dentro del cuerpo. Más allá de cremas o rutinas cosméticas, una alimentación equilibrada juega un papel clave en la textura, el tono y la luz natural del rostro.