A muchas personas les cuesta trabajo sonreír en público o frente a desconocidos, evitan mostrar sus dientes debido a que no están seguros de qué van a pensar sobre su dentadura, cuando muchas de esas preocupaciones podrían evitarse fácilmente y otras son bastante normales. En este artículo hablaremos sobre las principales razones por las que algunas personas se sienten inseguras con su sonrisa y te decimos cómo combatirlas.
La importancia de una sonrisa amigable
El aspecto de tu sonrisa puede impactar directamente en la confianza que tengas en ti misma, por lo que mantener una salud bucal óptima es muy importante. El cuidar no solo de tus dientes, sino también de tu lengua y encías, te ayudará a mejorar tu salud bucal e incrementará tu autoestima. Atender cualquier diente roto, dañado o perdido también debería de ser tu prioridad si buscas mejorar el aspecto de tu sonrisa.
Mejorar el aspecto de la sonrisa puede hacer maravillas por la autoestima de una persona. Además de ayudar a prevenir problemas de salud bucal como nervios dañados, infecciones, encías inflamadas y la pérdida de los dientes, una sonrisa sana te ayudará a verte más joven.
Dentadura blanca
La mayoría de las personas confunden una sonrisa resplandeciente con una sonrisa saludable, y aunque muchas asocian una dentadura blanca con buena salud bucal, no siempre es el caso.
Hoy en día gracias a la influencia de las celebridades, tanto en la gran pantalla como en redes sociales, tener una dentadura inmaculada se ha vuelto un objetivo aesthetic en todo el mundo.
Claro que blanquear tus dientes ayuda a mantenerlos y a recuperar su brillo natural si es que lo han perdido o se han manchado, pero no hay que abusar de este procedimiento. Siempre es recomendable consultar a tu dentista antes de someterse a cualquier tratamiento. Una sonrisa natural y encantadora puede conseguirse sin una dentadura perfectamente blanca.
Pérdida de dientes
Sin duda la ausencia de uno de los integrantes de nuestra dentadura es un enorme problema si hablamos de estética dental, sin embargo, hay varias técnicas para reemplazar un diente dañado o llenar un hueco.
Afortunadamente tenemos varias opciones. Hoy en día es posible volver a sonreír con seguridad, y es que con tratamientos que van desde una corona o un puente dental hasta un implante total o parcial, es muy fácil recuperar la confianza en nuestra sonrisa.
Mal aliento
El mal aliento puede producir ansiedad de manera constante, evitamos el contacto visual, hablar de frente y hasta sonreír. Afortunadamente este es uno de los problemas más sencillos de solucionar. Es muy fácil saber si tu aliento tiene mal olor, para esto, necesitas lamer la parte interna de tu muñeca, esperar a que tu saliva se seque para oler el área que lamiste y descubrir si tienes mal aliento o no.
Un sabor de boca amargo es un posible indicador de mal aliento. Siempre puedes acudir a alguien en quien confíes, un amigo o familiar, y preguntarles si tu aliento huele mal. Si sufres de un aliento desagradable, siempre puedes acudir a tu dentista para realizarte una limpieza dental, recuerda hacerte una constantemente. Estos hábitos te ayudarán a combatir el mal aliento y a disminuir la frecuencia de tus visitas al dentista:
- Cepillar tus dientes al menos 2 veces por día.
- Mascar chicle sin azúcar después de comer.
- Usar enjuague bucal todos los días.
- Utilizar hilo dental con frecuencia.
Dientes desalineados
Los dientes están en constante movimiento, y aunque ese movimiento es prácticamente imposible de notar para el ojo humano, ese movimiento se magnifica durante la adolescencia – cuando se acelera el desarrollo del cuerpo, y posteriormente con la aparición de las muelas del juicio.
Cuando pensamos en alinear nuestros dientes, lo primero que viene a nuestra mente es ese largo y doloroso proceso de ponerse brackets de fierro. Actualmente existen diferentes y mejores tratamientos para corregir tu dentadura y recuperar la confianza en tu sonrisa, desde alineadores transparentes prácticamente imperceptibles hasta retenedores dentales que harán de tu sonrisa la sonrisa perfecta en solo 3 meses.
Dientes débiles o quebradizos.
Todos somos susceptibles a lastimarnos los dientes, encías o incluso la lengua. El cubrir todos los puntos anteriores no te exime de algún accidente bucal. Lastimarse la boca es tan fácil, ya sea que muerdas un tenedor, un cubo de hielo o cierres la boca muy rápido, podrías causarte un diente apostillado, y si has tenido uno no es necesario decirte lo incómodo que puede llegar a ser ni cuánto afecta la seguridad en la sonrisa. Por suerte, existen alternativas muy accesibles – dependiendo del daño – para reparar este pequeño inconveniente antes de que se convierta en un verdadero problema de salud.
