La creatividad no es un talento exclusivo, es una habilidad que se cultiva día a día. Si te sientes estancada o buscas una chispa de inspiración, existen prácticas simples que pueden ayudarte a conectar con tu lado más creativo. Empieza por crear espacios de desconexión: caminar, meditar o escribir un diario libera la mente del ruido y activa nuevas ideas. Rodearte de estímulos visuales como libros, colores o música también potencia la imaginación.
Otra estrategia eficaz es cambiar de perspectiva: intenta resolver problemas cotidianos con soluciones distintas o dale un nuevo uso a objetos comunes. Participar en talleres o actividades manuales te ayuda a salir de la rutina y a mantener la mente despierta.
Tener una rutina flexible pero con propósito es clave. Integra momentos en tu agenda para probar algo nuevo cada semana. Mantenerte en movimiento, buscar referentes y permitirte aburrirte sin culpa puede ser justo lo que necesitas para reencontrarte con tu creatividad. Recuerda: como mantenerte ocupada, activa y siendo creativa no es una meta inalcanzable, sino una práctica constante y divertida.