Decir “no” no te hace egoísta, te hace consciente. Aprender a establecer límites saludables es un acto de amor propio que fortalece tu bienestar emocional y mental. Muchas veces decimos “sí” por miedo al rechazo o por complacer a los demás, pero esto puede llevarnos al agotamiento físico y emocional. Identificar las señales que debes tener en cuenta para poner límites sin sentirte culpable es el primer paso hacia una vida más equilibrada.
Si te sientes drenada después de ciertas interacciones, si haces cosas por obligación y no por convicción, o si te cuesta priorizar tu descanso, es momento de replantear tus decisiones. Aprender a poner límites no significa cerrarte al mundo, sino proteger tu energía y decidir a qué sí y a qué no le das tu tiempo. Un “no” bien dicho abre espacio para los “sí” que realmente importan.
En Prima Donna celebramos a quienes se atreven a ponerse en primer lugar, con firmeza y empatía. Recuerda: cuidar de ti misma no es una opción, es una prioridad.