Edición disponiblE MARZO-ABRIL 2023

¿Cómo saber si estás en una relación saludable?

Las relaciones son parte esencial de un estilo de vida saludable. Estudios muestran constantemente que las relaciones contribuyen enormemente a la salud física y mental de una persona. Tener una relación saludable es clave para mejorar nuestra salud. Es más probable que las personas que disfrutan de una relación sana tengan hábitos más saludables y el riesgo de mortalidad es menor en relación a aquellas que no la tienen.

Preguntas que te debes plantear.

Antes de todo, debes tener en cuenta que no existe una relación perfecta como tal. Toda relación tiene sus altibajos, sus momentos sanos y otros no tanto. Lo que une a una pareja es el entendimiento de ambas partes de que una relación requiere trabajo y que cada quien debe esforzarse para fortalecer la conexión y sobrellevar los problemas que se presenten. 

Las personas pasan la mayoría del tiempo discutiendo y analizando las relaciones malas y tratando de identificar las señales de que están en una, pero pocas se preguntan qué es lo que realmente constituye una relación sana. Reflexionar sobre las siguientes preguntas te ayudará a identificar una:

¿Confiamos el uno en el otro?

¿Hay respeto mutuo?

¿Hay honestidad y apertura entre ambos?

¿Discuten sobre sus sueños, esperanzas, sentimientos y miedos?

¿Hay equidad y justicia en la relación?

Todos tenemos necesidades distintas, hay quienes necesitan más cariño y apertura que otros, pero en una relación saludable, todos deberían de satisfacer sus necesidades emocionales.

Señales de que estás en una relación saludable.

Todos sabemos que no existen dos relaciones iguales, sin embargo hay características que te ayudan a diferenciar una buena relación de una caótica. 

1.-Confianza.

La confianza es parte esencial de toda relación. Estudios muestran que tu habilidad para confiar en los demás se debe al estilo de apego que tengas.

Las relaciones a temprana edad te ayudan a saber qué esperar de tus relaciones futuras. Si has tenido relaciones estables, seguras, donde la confianza impera, confiarás en tus parejas futuras. Por otra parte, si te han engañado en tus relaciones pasadas o has tenido relaciones inestables, te costará mucho trabajo confiar en tu pareja en tus nuevas relaciones.

El nivel de confianza en una relación depende del trato que haya entre las partes. Si tu compañero te trata bien, es dependiente, y está ahí cuando lo necesitas, hay una gran probabilidad de que se genere una confianza mutua sólida. 

Para generar una confianza sólida en la relación es necesario que haya auto-revelación y franqueza entre ambos. Con el paso del tiempo, encontrarás situaciones que ponen a prueba esa confianza y dan lugar a la evaluación de la misma. Y conforme la confianza aumente, la relación será cómoda y segura. Si constantemente escondes tus sentimientos, o te cuesta mucho compartir cosas con tu compañero, es muy probable que no exista confianza.

2.-Honestidad y apertura.

Otro aspecto fundamental de una relación saludable es tu habilidad de ser tú misma. Cierto, hay niveles de apertura y auto-revelación, pero nunca debes de perder tu esencia, ni sentir la necesidad de esconder cosas a tu pareja. Ser honestos y abiertos entre sí les ayudará a sentirse más conectados como pareja y a generar confianza.

No quiere decir que debas compartir cada aspecto de tu vida con tu compañero. Cada individuo necesita su privacidad y su espacio. Lo importante es que se sientan cómodos compartiendo los miedos, los anhelos y los sentimientos entre sí. Las parejas que se encuentran en una relación saludable no necesitan estar siempre juntas, ni compartir cada aspecto de sus vidas.

Existe discrepancia entre opiniones acerca del nivel de honestidad que debe haber en una relación, sin embargo, estudios han demostrado que cuando una persona no está contenta con el nivel de franqueza de su compañero, tienden a discutirlo entre ellos mismos. Lo cual es una excelente manera de solidificar una relación.

Las necesidades pueden variar de una persona a otra, lo importante es encontrar formas de compromiso que puedan tener en común sin perder el respeto por las necesidades o expectativas de la otra persona.

Un compañero con expectativas poco reales sobre honestidad y franqueza querrá tener control completo sobre ti, saber cada movimiento que haces, dónde te encuentras en todo momento, acceso a tus redes sociales, incluso prohibirte ver a algunas personas.

3.-Despreocupación.

Toda relación saludable debe tener espontaneidad y tiempo para la diversión, si pueden bromear y reír juntos, es señal de que te encuentras en una relación sana.

Hay ocasiones en las que el peso de la rutina, o el estrés de los retos que enfrentamos en la cotidianidad tienden a drenar nuestra energía y le dan un tono gris a la relación, obstruyendo la conexión entre ambos, sin embargo, compartir momentos de juego y risas ayudarán a liberar tensión y a fortalecer la relación en momentos difíciles. 

4.-Intimidad física. 

Lo primero que nos viene a la mente cuando hablamos de intimidad física es el sexo, pero la palabra intimidad no siempre hace referencia al sexo. No todos quieren sexo o lo disfrutan. Existen trastornos sexuales difíciles de compartir, incluso con tu pareja. Alrededor del 35% de los hombres esconden sus trastornos a su pareja. Si escondes, o te esconden algo, lamento informarte que tu relación no es saludable.

Es posible tener una relación sana aún sin tener sexo -siempre y cuando se encuentren en la misma sintonía respecto a este tema. Incluso si ninguno de los dos está interesado en tener sexo, pueden disfrutar de la intimidad física de otras formas: los abrazos, los besos, las caricias, y el dormir juntos pueden ayudar. La conexión, así como la unión, son necesarias para cualquier tipo de intimidad física.

Si ambos son entusiastas del sexo, su intimidad física florecera cuando ambos puedan sobrellevar el rechazo positivamente, discutir sus deseos, iniciar el acto o sentirse seguros mostrando su interés o desinterés por el sexo. 

Una intimidad saludable también toma en cuenta los límites sexuales de ambos, esto quiere decir no forzar el sexo cuando uno de los dos no quiere, platicar sobre los riesgos asociados a ciertos casos y compartir información sobre compañeros pasados.

5.-Trabajo en equipo.

El trabajo en equipo es fundamental para una relación saludable, es necesario apoyarse en todo momento, incluso cuando no estén de acuerdo en algo o sus metas no coincidan. 

Señales de que tu relación no es saludable.

Las relaciones no siempre son bonitas ni perfectas todo el tiempo. Habrá ocasiones en las que alguien podrá comportarse de forma tóxica, causando problemas, sobre todo si esa persona se encuentra bajo estrés. Una relación se convierte en una relación tóxica cuando lo negativo sobresale por encima lo positivo, o cuando hay un comportamiento que dañe a una persona o a ambos. 

A continuación te mostramos algunas señales de que tu relación se está tornando tóxica:

  • Evadirse el uno al otro.
  • Tratar de controlar el comportamiento de la otra persona.
  • Anteponer las necesidades de tu compañero sobre las tuyas.
  • Falta de comunicación.
  • Hay poca o simplemente no hay privacidad o cuando sientes la necesidad de compartir cada detalle de tu vida con tu pareja.
  • Sentirse obligado a compartir tiempo juntos
  • Presión para cambiar tu forma de pensar/ser

Aún cuando pudiera parecer que una relación es perfecta, no está de más buscar qué se puede mejorar. En una relación saludable, cada quien reconoce los problemas que amenazan la estabilidad de la misma. Tu voluntad de analizar la relación y trabajar en pro de ella te ayudará a construir una relación saludable.

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