La piel es un reflejo directo de lo que sucede dentro del cuerpo. Más allá de cremas o rutinas cosméticas, una alimentación equilibrada juega un papel clave en la textura, el tono y la luz natural del rostro. En el enfoque editorial de Prima Donna, entender esta conexión permite tomar decisiones conscientes que fortalecen la belleza desde adentro.
Los alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas y ácidos grasos esenciales contribuyen a una piel más uniforme y con mejor respuesta al paso del tiempo. Frutas, vegetales de hoja verde, semillas y proteínas de calidad ayudan a combatir el estrés oxidativo, uno de los principales factores de la piel opaca. Identificar como saber si estás alimentandote bien y sanamente implica observar señales como hidratación adecuada, elasticidad y un tono más vivo en el rostro.
El consumo excesivo de azúcares refinados, alimentos ultraprocesados o una hidratación insuficiente puede manifestarse en piel apagada, deshidratada o con tendencia a imperfecciones. Ajustar hábitos diarios no solo impacta en la salud general, también es una forma natural de para reflejarlo en tu piell con mayor frescura y vitalidad.
Desde una perspectiva integral, cuidar lo que se come es una herramienta poderosa para potenciar la belleza real, esa que se construye con constancia, información confiable y decisiones alineadas al bienestar.


