Desde tiempos antiguos, el ser humano ha buscado en los aromas una forma de expresión, identidad y hasta memoria. Los perfumes son mucho más que un simple accesorio; detrás de cada frasco existe un proceso científico y creativo que mezcla química, arte y sensibilidad para dar vida a fragancias únicas.
Cada perfume está compuesto por notas que se despliegan en capas: de salida, corazón y fondo. Estas crean la experiencia olfativa que evoluciona con el tiempo en la piel, logrando que cada persona tenga un aroma distintivo y personal. Aquí es donde entran en juego las esencias, cuidadosamente seleccionadas para garantizar la duración y la intensidad del perfume.
Uno de los puntos que más dudas genera es la diferencia entre au the perfum y au the toillet. Mientras el primero tiene una mayor concentración de aceites aromáticos, lo que se traduce en una fijación más duradera e intensa, el segundo resulta más ligero, fresco y perfecto para el uso diario. Ambos responden a estilos y necesidades distintas, lo que demuestra la versatilidad que puede tener un mismo aroma en diferentes presentaciones.
En Prima Donna nos apasiona acercar a nuestras lectoras a temas que despierten curiosidad y confianza. Comprender la ciencia detrás de los perfumes no solo permite elegir mejor la fragancia adecuada para cada ocasión, sino también reconocer cómo un detalle tan sutil puede convertirse en un sello personal de estilo y seguridad.